El Parque Natural de Majona, situado al noroeste de San Sebastián, corresponde a una antigua dehesa comunal en la que perviven todavía prácticas de pastoreo. Fue declarado Parque Natural en 1987 para proteger y preservar el paisaje natural y la biodiversidad del área.
Majona constituye un paisaje representativo de abrupta orografía, donde la erosión ha labrado unidades de grandes barrancos y acantila dos de notable interés geomorfológico. La masa forestal en la cabecera de dichos barrancos ejerce un papel importante en la protección de suelos y recarga de acuíferos, además de albergar un interés científico adicional al contar con diversos endemismos y especies amenazadas como el cardoncillo (Ceropegia dichotoma krainzii) y los bejeques (Aeonium gomerense) y con una variada muestra de hábitats.
Este espacio fue declarado por la Ley 12/1987, de 19 de junio, de Declaración de Espacios Naturales de Canarias, como parque natural de Majona, y reclasificado a su actual categoría por la Ley 12/1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias.
El parque es por definición área de sensibilidad ecológica en toda su superficie, a efectos de lo indicado en la Ley 11/1990, de 13 de julio, de Prevención de Impacto Ecológico.