El Mirador del Santo, ubicado en la parte occidental de La Gomera, cerca del pintoresco pueblo de Arure, es uno de los puntos panorámicos más especiales de la isla. Este mirador debe su nombre a la cercana Ermita del Santo, un pequeño lugar de culto que se encuentra no muy lejos de él, y que añade un toque de serenidad a la experiencia.
Desde el Mirador del Santo, los visitantes pueden disfrutar de una vista impresionante del profundo Valle de Taguluche, un extenso desfiladero que se abre ante ellos. En el corazón de este paisaje se encuentra el pueblo homónimo de Taguluche, rodeado de empinadas laderas rocosas que confieren al lugar un carácter dramático y pintoresco. El paisaje volcánico domina todo el espacio, mientras que el verde de los palmerales diseminados por el barranco contrasta con el azul profundo del mar, creando una panorámica que cautiva a todos quienes la contemplan.
El mirador está dotado de una construcción de pasarelas que permiten a los visitantes acercarse al borde del precipicio, mientras disfrutan de vistas cada vez más espectaculares del valle. Estas pasarelas conducen hasta la pequeña Ermita del Santo, un rincón pintoresco que invita a la reflexión y el descanso, al tiempo que ofrece una atmósfera de paz y conexión con la naturaleza.
El viaje hacia el Mirador del Santo se realiza a través de la carretera GM-1, la cual conecta el municipio de San Sebastián con el Valle Gran Rey. Desde Arure, es posible llegar al mirador mediante una pequeña ruta de senderismo de unos 150 metros, un recorrido corto pero que añade una experiencia adicional al viaje, permitiendo a los visitantes disfrutar del paisaje mientras se acercan al mirador.
Una de las desventajas de este mirador es que no cuenta con un aparcamiento habilitado. Los turistas deben dejar sus vehículos en las inmediaciones y caminar hasta el mirador. Sin embargo, este esfuerzo se ve recompensado con las impresionantes vistas que ofrece el lugar, accesible solo a pie, lo que lo convierte en uno de los miradores más exclusivos y tranquilos de la isla.
La total ausencia de contaminación lumínica en el Mirador del Santo convierte este lugar en el sitio ideal para la observación astronómica. Durante las noches sin luna o cuando esta aún no aparece, el mirador ofrece una vista espectacular de la Vía Láctea, esa franja blanquecina formada por miles de estrellas que son invisibles a simple vista, pero que se aprecian perfectamente en la oscuridad.
Si observas el cielo con unos prismáticos, podrás ver concentraciones de estrellas recién formadas, que se encuentran asociadas por la fuerza de la gravedad en una impresionante danza cósmica. Además, en los meses de febrero y marzo, a primeras horas de la noche, es posible ver la constelación de Géminis, fácilmente reconocible por sus dos estrellas principales: Castor y Pollux, los gemelos de la mitología.
El Mirador del Santo es uno de los puntos más singulares de La Gomera, tanto por sus vistas panorámicas del Valle de Taguluche como por su entorno natural único. Aunque la falta de aparcamiento puede suponer una pequeña incomodidad, el esfuerzo de caminar hasta el mirador se ve ampliamente recompensado por la belleza del paisaje y la tranquilidad del lugar. Si tienes la oportunidad de visitar La Gomera, no dejes de disfrutar de este mirador, que además de ofrecer una vista impresionante, te permite conectarte con el cielo nocturno de la isla, un lugar privilegiado para observar las estrellas.
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